El renombre del rico termina con su vida; se recuerda el tesoro, pero no al atesorador. Muy otra es la gloria de la virtud de los mortales que la de sus tesoros. Leonardo Da Vinci
El renombre del rico termina con su vida; se recuerda el tesoro, pero no al atesorador. Muy otra es la gloria de la virtud de los mortales que la de sus tesoros.