Era un poeta de la luz. Pasaba las horas mirando una copa de árbol, un rÃo, un rostro, una calle y sentÃa el placer imborrable de quien sueña con un hombre y una mujer y amanece en la vida. Jose Barroeta
Era un poeta de la luz. Pasaba las horas mirando una copa de árbol, un rÃo, un rostro, una calle y sentÃa el placer imborrable de quien sueña con un hombre y una mujer y amanece en la vida.