Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno,
Aristoteles
con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.
Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno,
Aristoteles
con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.