El gusto por la adulación se debe, en la mayorÃÂa de los hombres, a la pobre opinión que tiene de sàmismos; con las mujeres ocurre al contrario. Jonathan Swift
El gusto por la adulación se debe, en la mayorÃÂa de los hombres, a la pobre opinión que tiene de sàmismos; con las mujeres ocurre al contrario.