Nos habita el paraÃso ungido de fragancias tatuamos en la piel arcángeles inermes y dejamos asà -balsa y fuego- las próximas estrellas de quietud en la memoria. Delia Quinonez
Nos habita el paraÃso ungido de fragancias tatuamos en la piel arcángeles inermes y dejamos asà -balsa y fuego- las próximas estrellas de quietud en la memoria.