Cuando los dorados corteses florecieron nosotros dos estábamos enamorados. TodavÃa tienen flores los corteses y nosotros ya somos dos extraños
Ernesto Cardenal
Cuando los dorados corteses florecieron nosotros dos estábamos enamorados. TodavÃa tienen flores los corteses y nosotros ya somos dos extraños
Ernesto Cardenal