Mientras conducimos en las autopistas, vemos las propagandas de los coches nuevos, pero no los préstamos bancarios que acarrea el nuevo coche y esclavizan a sus conductores. Gerry Spence
Mientras conducimos en las autopistas, vemos las propagandas de los coches nuevos, pero no los préstamos bancarios que acarrea el nuevo coche y esclavizan a sus conductores.