A menudo, igual que los pequeños ante una tienda de jugueterÃa, pego la cara a las brillantes lunas donde se venden las palabras bellas.
Maria Elvira Lacaci
A menudo, igual que los pequeños ante una tienda de jugueterÃa, pego la cara a las brillantes lunas donde se venden las palabras bellas.
Maria Elvira Lacaci