Quien condena la pintura, condena la naturaleza, puesto que las obras del pintor representan las obras de la naturaleza. El que asà blasfema carece, pues, de sentimiento. Leonardo Da Vinci
Quien condena la pintura, condena la naturaleza, puesto que las obras del pintor representan las obras de la naturaleza. El que asà blasfema carece, pues, de sentimiento.