El mar, por su naturaleza, estarÃa tranquilo y quieto si los vientos no lo revolvieran y turbaran. De la misma manera el pueblo estarÃa quieto y serÃa dócil si oradores y sediciosos no lo removiesen y agitasen. Sir Francis Bacon
El mar, por su naturaleza, estarÃa tranquilo y quieto si los vientos no lo revolvieran y turbaran. De la misma manera el pueblo estarÃa quieto y serÃa dócil si oradores y sediciosos no lo removiesen y agitasen.