No es muy dificil atacar las opiniones ajenas, pero sà el sustentar las propias: porque la razón humana es tan débil para edificar, como formidable ariete para destruir. Jaime Luciano Balmes
No es muy dificil atacar las opiniones ajenas, pero sà el sustentar las propias: porque la razón humana es tan débil para edificar, como formidable ariete para destruir.