El que yo tenga cariño, y muchas veces demasiado cariño, a la sabidurÃa, obedece al hecho de que me recuerda a la vida. Tiene ella el mismo mirar, la misma risa ¿ que culpa tengo yo de que las dos se parezcan tanto?. Friedrich Nietzsche
El que yo tenga cariño, y muchas veces demasiado cariño, a la sabidurÃa, obedece al hecho de que me recuerda a la vida. Tiene ella el mismo mirar, la misma risa ¿ que culpa tengo yo de que las dos se parezcan tanto?.