Si la naturaleza hubiera fijado una sola regla para la calidad de los miembros, las fisonomÃas de todos los hombres serÃan semejantes, y no serÃa posible distinguirlas unas de otras; pero ella ha variado de tal modo las cinco partes del rostro que, aunque haya establecido una regla general para la proporción, no ha seguido ninguna para la calidad; de manera que es fácil reconocer cada semblante.
Leonardo Da Vinci