DecÃa también que era grande fealdad que uno que no sabe se ponga a ejercitar alguna arte ni oficio mecánico sin vergüenza, ni aun una canasta se da a hacer a quien no la sabe hacer, ni que sean admitidos y recibidos por gobernantes o regidores de la república aquellos que nunca supieron letras ni ciencia, sin la cual cosa no se puede gobernar ni tener oficio alguno en la república. Y decÃa que si alguno se asentase a gobernar el timón en algún navÃo no sabiendo el arte de navegar serÃa detestado y maldecido, cuanto más los que se llegan a gobernar la república ignorantes y poco sabidos.
Erasmo De Rotterdam