Espérame y volveré a despecho de mil muertes. Los que no me esperaban quizá dirán: âTuvo suerteâ. Ellos no comprenderán que en el rigor del combate tu esperar me salvó. Mas cómo sobrevivÃ, sólo tú y yo lo sabremos, pero tú supiste esperar como nadie esperó.
Konstantin Simonov