En Nueva York hay, según dicen, noventa iglesias cristianas de confesión discrepante, y la ciudad se está volviendo ahora riquÃsima, sobre todo desde la apertura del canal del Erie. Probablemente están convencidos de que las ideas y los sentimientos religiosos, sean del tipo que sean, forman parte de la paz dominical, mientras que el esfuerzo y la actividad, acompañados de piadosas intenciones, corresponden a los dÃas laborales.
Johann Wolfgang Von Goethe