Lo más triste es que la única cosa que se puede hacer durante ocho horas al día es trabajar.
Lo que sorprende, sorprende una vez, pero lo que es admirable lo es más cuanto más se admira.
Lo verdadero es siempre sencillo, pero solemos llegar a ello por el camino más complicado.
Los astros rigen el destino de los hombres, pero Dios rige el destino de los astros.
Los caminos del sabio son elevados e inasequibles. Sus actos pueden ser admirados, pero no imitados.