La única convicción auténtica que habría que tener es que nada se debe tomar demasiado seriamente.
La única fe salvadora es la que se arroja así en Dios, para la vida y para la muerte.
La vida cobra sentido cuando se hace de ella una aspiración a no renunciar a nada.
La vida del hombre es interesante principalmente si ha fracasado. Eso indica que trató de superarse.