Cada uno en este mundo tiene su ventanita, los unos grandes, los otros chica.
Cada uno en su casa es rey, pero su mujer hace la ley.
Cada uno en su casa y Dios en la de todos.
Cada uno es como Dios le hizo, y aún peor muchas veces.
Cada uno es maestro en su oficio.
Cada uno es ortodoxo con respecto a sí mismo.
Cada uno es responsable de lo que le sucede y tiene el poder de decidir lo que quiere ser. Lo que eres hoy es el resultado de tus decisiones y elecciones en el pasado. Lo que seas mañana será consecuencia de tus actos de hoy.
Cada uno es tan infeliz como cree.
Cada uno habla de la feria según como le va en ella.
Cada uno juzga bien aquello que conoce, y de eso es buen juez.
Cada uno muere de su vicio.
Cada uno muestra lo que es en los amigos que tiene.
Cada uno ocúpese y trabaje tanto cuanto su salud y su capacidad le permitan.
Cada uno quiere llevar el agua a su molino y dejar seco el del vecino.
Cada uno sabe donde le aprieta el zapato
Cada uno somos nuestro propio demonio y hacemos de este mundo nuestro infierno.
Cada uno somos un desierto.
Cada uno sufre o goza según sus obras.
Cada uno tiene el máximo de memoria para lo que le interesa y el mínimo para lo que no le interesa.
Cada uno tiene la edad de su corazón.
Cada uno tiene su manera de aprender.
Cada vez que a verte voy en tu puerta me detengo, pues temo que la alegría me trastorne el pensamiento.
Cada vez que caigas, recoge algo.
Cada vez que cometo un error me parece descubrir una verdad que no conocía.
Cada vez que emites un juicio o una crítica, estás enviando algo que terminará por volver a ti.