El vínculo que une a tu auténtica familia no es de sangre, sino de respeto y goce mutuo.
Empleo las palabras que me has enseñado. Si no significan nada, enséñame otras. O deja que me calle.
La confidencia corrompe la amistad; el mucho contacto la consume; el respeto la conserva.
La novedad atrae la atención y aún el respeto, pero la costumbre lo hace desaparecer pronto.
Las mujeres, como las espadas, cuando más respeto inspiran es cuando están desnudas.