Todo en el mundo es material y, de acuerdo con la ley universal, todo está en movimiento y constantemente está siendo transformado.
Todo en el universo está sujeto al cambio. Hay solo una excepción: la muerte siempre sigue a la vida.
Todo es animado y todo está lleno de dioses.
Todo está compuesto de sufrimiento.
Todo está contado; la forma cambia. La forma es el mar, es insondable.
Todo está dicho ya pero las cosas, cada vez que son sinceras son nuevas.
Todo está dicho, pero como nadie escucha...
Todo está perdido cuando los malos sirven de ejemplo y los buenos de mofa.
Todo está permitido, menos interrumpir una manifestación de amor.
Todo hombre es como la Luna: con una cara oscura que a nadie enseña.
Todo hombre es sincero a solas; en cuanto aparece una segunda persona empieza la hipocresía.
Todo hombre es, o confía llegar a ser un holgazán.
Todo hombre lleva en sí un dictador y un anarquista.
Todo hombre no vive más que por lo que espera.
Todo hombre paga su grandeza con muchas pequeñeces, su victoria con muchas derrotas,su riqueza con múltiples quiebras.
Todo hombre que conozco es superior a mí en algún sentido. En ese sentido, aprendo de él.
Todo hombre se parece a su dolor.
Todo hombre tiene derecho a dudar de su tarea y a abandonarla de vez en cuando; lo único que no puede hacer es olvidarla.
Todo hombre tiene derecho a ser feliz.
Todo hombre tiene su precio, lo que hace falta es saber cual es.
Todo hombre tiene sus penas secretas que el mundo no conoce. Por eso a veces acusamos de frialdad a un hombre que en realidad, sólo es un hombre triste.
Todo hombre tiene tres variedades de carácter: el que realmente tiene; el que aparenta, y el que cree tener.
Todo hombre tiene un grito que lanzar antes de morir, su grito. Hay que darse prisa para tener tiempo de lanzarlo. Ese grito puede dispersarse, ineficaz, en el aire; puede no hallarse ni en la tierra ni en el cielo un oído que lo escuche; poco importa. No eres un carnero, eres un hombre; y hombre quiere decir algo que no está cómodamente instalado, sino que grita. ¡grita tú, pues! Mi alma íntegra es un grito y mi obra íntegra es la interpretación de ese grito!.
Todo hombre, por naturaleza, desea saber.
Todo lo puede esperar el hombre mientras vive.