El hombre se dedica a desear en voz alta aquello que jamás se esfuerza en alcanzar.
El hombre se define como ser que evalúa, como ser que ama por excelencia.
El hombre se descubre a sí mismo cuando se enfrenta a los obstáculos.
El hombre se descubre cuando se mide con un obstáculo.
El hombre se diferencia del animal en que bebe sin sed y ama sin tiempo.
El hombre se distingue de todas las demás criaturas por la facultad de reír.
El hombre se eleva por la inteligencia, pero no es hombre más que por el corazón.
El hombre se hace civilizado no en proporción a su disposición para creer, sino en proporción a su facilidad para dudar.
El hombre se instruye por la imitación y se anima por el ejemplo.
El hombre se mueve. Dios le guía.
El hombre se precipita en el error con más rapidez que los ríos corren hacia el mar.
El hombre sencillo que vive rigurosamente según las tradiciones religiosas y sociales de su grupo no tiene nunca ningún problema axiológico.
El hombre sensato cree en el destino; el voluble en el azar.
El hombre sensato obtiene más de sus enemigos que el necio de sus amigos.
El hombre sigue siendo la mayor computadora.
El hombre silencioso no presta testimonio contra sí mismo.
El hombre sincero tiene derecho al error.
El hombre solitario es una bestia o un dios.
El hombre sólo es rico en hipocresía. En sus diez mil disfraces para engañar confía;y con la doble llave que guarda su mansión para la ajena hace ganzúa de ladrón.
El hombre sólo puede alcanzar el conocimiento con la ayuda de quienes lo poseen. Esto debe ser entendido desde el principio. Uno debe aprender de los que saben.
El hombre sólo puede ser esclavizado cuando es bastante débil para escuchar la razón.
El hombre sólo recurre a la verdad cuando anda corto de mentiras.
El hombre sordo a la voz de la poesía es un bárbaro.
El hombre sufre tan terriblemente en el mundo que se ha visto obligdo a inaventar la risa.
El hombre superior ama su alma; el hombre inferior ama su propiedad.