Porque todo en el mundo es bello eternamente, y cada instante tiene su inefable emoción.
Puedes juzgar tu edad con la cantidad de temor que sientes cuando te topas con una nueva idea.
Pues estaba acostumbrado a caminar en la noche y le gustaba mirarle a la cara a todo lo dormido.
Qué inapropiado llamar Tierra a este planeta, cuando es evidente que debería llamarse Océano.