Los buenos gobiernos se conocen cuando lo que hacen vale más que lo que sus opositores dicen.
Los ciegos pueden al tacto comprobar lo amado, mi corazón es todo tacto para tu presencia.
Los cocodrilos vierten lágrimas cuando devoran a sus víctimas. He ahí su sabiduría.
Los curas se consuelan de no haberse casado cuando oyen las confesiones de las mujeres.
Los espíritus mediocres suelen condenar todo aquello que está fuera de su alcance.
Los hijos, cuando son pequeños, entontecen a sus padres; cuando son mayores, los enloquecen.
Los historiadores son personas que se interesan por el futuro cuando éste ya es pasado.