Me desesperaría si no existieses y no me estuvieses esperando aquí con el ansioso aliento de tus fugaces flores.
William Heinesen
Tú eres la noche y la eternidad.
William Heinesen
Soy la marea eterna de noche y día en tus ojos que la luz creó y que volvió a crear la luz y le dio contenido.
William Heinesen
¡Sí! te contestaré con alegría desde los intemporales campos celestes por donde camino: Estoy en tu corazón, y ¡qué feliz soy!.
William Heinesen
Dentro de mil años, sí, dentro de millones de años te diré: ¿Sabes donde estás? Estás en mi corazón.
William Heinesen