Frases de Victor Hugo

26 - 50 de 71 pensamientos de Victor Hugo



El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad.

Victor Hugo

La humildad tiene dos polos: lo verdadero y lo bello.

Victor Hugo

El recuerdo es vecino del remordimiento.

Victor Hugo


Inspiración y genio son casi la misma cosa.

Victor Hugo

Es una cosa bastante repugnante el éxito. Su falsa semejanza con el mérito engaña a los hombres.

Victor Hugo

El trabajo endulza siempre la vida, pero los dulces no le gustan a todo el mundo.

Victor Hugo

Es extraña la ligereza con que los malvados creen que todo les saldrá bien.

Victor Hugo

Cuando el niño destroza su juguete, parece que anda buscándole el alma.

Victor Hugo

En los ojos del joven arde la llama. En los del viejo, brilla la luz.

Victor Hugo

Imputar la revolución a los hombres es imputar la marea a las olas.

Victor Hugo

Los ojos no pueden ver bien a Dios, sino a través de lágrimas.

Victor Hugo

Si tenéis la fuerza, nos queda el derecho.

Victor Hugo

Todo poder es deber.

Victor Hugo

¿popularidad? eso es la gloria en centavos.

Victor Hugo

A nadie le faltan fuerzas; lo que a muchísimos les falta es voluntad.

Victor Hugo

Ser bueno es fácil; lo difícil es ser justo.

Victor Hugo

Ser discutido, es ser percibido.

Victor Hugo

Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras que el género humano no escucha.

Victor Hugo

Ciertos pensamientos son plegarias. Hay momentos en que, sea cual fuere la actividad del cuerpo, el alma está de rodillas.

Victor Hugo

La risa es el sol que ahuyenta el invierno del rostro humano.

Victor Hugo

Una casa sin hijos es una colmena sin abejas.

Victor Hugo

¿Qué es un envidioso? Un ingrato que detesta la luz que le alumbra y le calienta.

Victor Hugo

La tolerancia es la mejor religión.

Victor Hugo

El cuerpo humano no es más que apariencia, y esconde nuestra realidad.

Victor Hugo

La libertad de amar no es menos sagrada que la libertad de pensar. Lo que hoy se llama adulterio, antaño se llamó herejía.

Victor Hugo


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