Pequeña patria, dulce tormenta mía, canto ubicado en mi garganta desde los siglos del maíz rebelde: tengo mil años de llevar tu nombre como un pequeño corazón futuro cuyas alas comienzan a abrirse a la mañana.
Otto Rene Castillo
Hermosa encuentra la vida quien la construye hermosa.
Otto Rene Castillo
Dulce eres, como la tierra, como ella frutal y hermosa.
Otto Rene Castillo
Vámonos patria a caminar, yo te acompaño. Yo bajaré los abismos que me digas. Yo beberé tus cálices amargos. Yo me quedaré ciego para que tengas ojos. Yo me quedaré sin voz para que tú cantes. Yo he de morir para que tú no mueras, para que emerja tu rostro flameando al horizonte de cada flor que nazca de mis huesos.
Otto Rene Castillo
Nunca preguntéis a un hombre si sufre, porque siempre se está sufriendo en alguna forma y en algún camino.
Otto Rene Castillo
Nada es más invencible que la vida.
Otto Rene Castillo
De veras, nunca estoy solo. Tan solo estoy triste cuando tus ojos huyen del sitio en que debimos encontrarnos por la tarde.
Otto Rene Castillo
Ay, Guatemala, cuando digo tu nombre retorno a la vida. Me levanto del llanto a buscar tu sonrisa.
Otto Rene Castillo
Pequeña patria mía, dulce tormenta, un litoral de amor elevan mis pupilas y la garganta se me llena de silvestre alegría cuando digo patria, obrero, golondrina.
Otto Rene Castillo
Si me preguntaras qué es lo que más quiero sobre la anchura de la tierra, yo te contestaría: a tí, amor mío, y a la gente sencilla de mi pueblo.
Otto Rene Castillo
No me apena dejaros. Con vosotros queda mi esperanza.
Otto Rene Castillo
Y nada podrá contra la vida porque nada pudo jamás contra la vida.
Otto Rene Castillo
Y entender a todos y a todos decirle: vive, porque la vida es la poesía más alta.
Otto Rene Castillo
Y no hubo una sola mañana, que se fuera sin algo de lo tuyo.
Otto Rene Castillo
Soy un hombre apasionado del viento, por él hubiera dado toda mi vida.
Otto Rene Castillo
Intelectuales apolíticos de mi dulce país, no podréis responder nada. Os devorará un buitre de silencio las entrañas. Os roerá el alma vuestra propia miseria. Y callaréis, avergonzados de vosotros.
Otto Rene Castillo
Anduve viajando muchos años por el mundo, con el lucero de tu nombre en los ojos.
Otto Rene Castillo
¡Desgraciados los traidores, madre patria, desgraciados. Ellos conocerán la muerte de la muerte hasta la muerte!.
Otto Rene Castillo