La paz en la tierra, suprema aspiración de toda la humanidad a través de la historia, es indudable que no puede establecerse ni consolidarse si no se respeta fielmente el orden establecido por Dios.
Juan Xxiii
Nunca vaciles en tender la mano; nunca titubees en aceptar la mano que otro te tiende.
Juan Xxiii
La vida humana es sagrada: Desde su comienzo compromete directamente la acción sagrada de Dios.
Juan Xxiii
La justicia se defiende con la razón y no con las armas. No se pierde nada con la paz y puede perderse todo con la guerra.
Juan Xxiii
Nada de lo que ocurra a los hombres nos debe resultar ajeno.
Juan Xxiii