Francisco de Quevedo y Villegas

26 - 50 de 43 pensamientos de Francisco de Quevedo y Villegas



Siempre se ha de conservar el temor, más jamás se debe mostrar.

Francisco de Quevedo y Villegas

El ocio es la pérdida del salario.

Francisco de Quevedo y Villegas

Si quieres que te sigan las mujeres, ponte delante.

Francisco de Quevedo y Villegas


Por nuestra codicia lo mucho es poco; por nuestra necesidad lo poco es mucho.

Francisco de Quevedo y Villegas

Más fácil es escribir contra la soberbia que vencerla.

Francisco de Quevedo y Villegas

Apocarse es virtud, poder y humildad; dejarse apocar es vileza y delito.

Francisco de Quevedo y Villegas

Todos los que parecen estúpidos, lo son y, además también lo son la mitad de los que no lo parecen.

Francisco de Quevedo y Villegas

No hay amor sin temor de ofender o perder lo que se ama.

Francisco de Quevedo y Villegas

Sólo el que manda con amor es servido con fidelidad.

Francisco de Quevedo y Villegas

Lo mucho se vuelve poco con sólo desear otro poco más.

Francisco de Quevedo y Villegas

El exceso es el veneno de la razón.

Francisco de Quevedo y Villegas

Bien acierta quien sospecha que siempre yerra.

Francisco de Quevedo y Villegas

El consejo del escarmiento las más de las veces llega tarde.

Francisco de Quevedo y Villegas

Nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar y no de vida y de costumbres.

Francisco de Quevedo y Villegas

En los más ilustres y gloriosos capitanes y emperadores del mundo, el estudio y la guerra han conservado la vecindad, y la arte militar se ha confederado con la lección. No ha desdeñado en tales ánimos la espada a la pluma. Docto símbolo de esta verdad es la saeta: con la pluma vuela el hierro que ha de herir.

Francisco de Quevedo y Villegas

El amigo ha de ser corno la sangre, que acude luego a la herida sin esperar a que le llamen.

Francisco de Quevedo y Villegas

El que quiere de esta vida todas las cosas a su gusto, tendrá muchos disgustos.

Francisco de Quevedo y Villegas

Conviene vivir considerando que se ha de morir; la muerte siempre es buena; parece mala a veces porque es malo a veces el que muere.

Francisco de Quevedo y Villegas

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