Dios, al nacer nosotros, nos dio por cuna el corazón de una madre. Enrique Domingo Lacordaire
Dios, al nacer nosotros, nos dio por cuna el corazón de una madre.
Contemplado el mundo se puede dudar de la mujer; pero ya no es posible dudar más mirando la propia madre. Enrique Domingo Lacordaire
Contemplado el mundo se puede dudar de la mujer; pero ya no es posible dudar más mirando la propia madre.