Del fanatismo a la barbarie sólo media un paso.
Denis Diderot
El mártir espera la muerte; el fanático corre a buscarla.
Denis Diderot
Se habla sin cesar contra las pasiones. Se las considera la fuente de todo mal humano, pero se olvida que también lo son de todo placer.
Denis Diderot
Todos quieren tener amigos y nadie quiere serlo.
Denis Diderot
Engullimos de un sorbo la mentira que nos adula y bebemos gota a gota la verdad que nos amarga.
Denis Diderot
El primer paso hacia la filosofía es la incredulidad.
Denis Diderot
No arrepentirse ni hacer reproches a los demás, son los pasos de la sabiduría.
Denis Diderot
El que te habla de los defectos de los demás, con los demás hablará de los tuyos.
Denis Diderot
Se me debe exigir que busque la verdad, pero no que la encuentre.
Denis Diderot
Los médicos trabajan para conservarnos la salud, y los cocineros para destruirla, pero estos últimos están más seguros de lograr su intento.
Denis Diderot
El hombre más feliz es el que hace la felicidad del mayor número de sus semejantes.
Denis Diderot
Cuando caía la noche, él mismo introducía por la puerta de la calle a mujeres de toda condición, y en las estancias abaciales tenían lugar los más exquisitos banquetes. Como Hudson confesaba, había corrompido a todas aquellas parroquianas que merecían la pena. Entre ellas había una joven pastelera que escandalizaba al barrio con su coquetería y desenfado; Hudson, que no podía visitarla en su casa, la encerró en su serrallo. Esa especie de rapto levantó las sospechas de los padres y del marido. Fueron a visitarle. Hudson les recibió con aspecto consternado. Mientras aquella pobre gente exponía el problema, sonó la campana; eran las seis de la tarde: Hudson requirió silencio, se quitó el bonete, se levantó, se persignó con gestos ampulosos y recitó con tonos dulces y místicos: ‘Angelus Domini nuntiavit Mariae...’. Al bajar por la escalera, hacia la salida, el padre y los hermanos de la pastelera, avergonzados de sus sospechas, le decían al marido: ‘Hijo, eres un bobo… ¿No te da vergüenza? ¡Cómo rezaba el Angelus! ¡Es un santo!.
Denis Diderot
La indiferencia hace sabios y la insensibilidad monstruos.
Denis Diderot
La ignorancia está menos lejos de la verdad que el prejuicio.
Denis Diderot
¿Habéis olvidado, quizá, que a Jacques le gusta hablar, sobre todo de él mismo, como es costumbre entre los de su condición, pues de ese modo escapan a la vulgaridad colocándose en lo alto de una tribuna, transformados de golpe en apasionantes personajes? ¿Cuál es, a vuestro entender, el motivo de que el populacho se amontone para asistir a las ejecuciones públicas? ¿la crueldad? Os equivocáis: el pueblo no es cruel; si pudieran, arrancarían de las manos del verdugo a ese desgraciado al pie de cuyo patíbulo se apretujan. Van a buscar a Grève un espectáculo que luego podrán contar al volver a su barrio.
Denis Diderot
Pues hablando sinceramente, lector, creo que de ambos el peor no soy yo. ¡Cuán satisfecho estaría si pudiera protegerme de vuestro mal humor tan fácilmente como vos podéis protegeros del aburrimiento o escándalo de mi libro! Dejadme en paz, hipócritas malignos. Podéis joder como mandriles en celo; pero permitid al menos que yo utilice la palabra ‘joder’; os regalo el acto, concededme la palabra. Decís con toda tranquilidad: matar, robar, traicionar, ¡y, en cambio, sólo os atrevéis a decir ‘joder’ en voz baja! ¿Quizá lo que sucede es que cuantas menos palabras impuras pronunciéis, más os quedan en el pensamiento?.
Denis Diderot
Es simple: solo haz que ocurra.
Denis Diderot
Tienes que hacer que ocurra.
Denis Diderot