Aquellos cuya conducta se presta más al escarnio, son siempre los primeros en hablar de los demás.
Aquellos que no se arriesgan no sufrirán derrotas, sin embargo, nunca tendrán victorias.
Aquellos que padecen una indigestión o una borrachera no saben lo que es comer ni lo que es beber.
Cuando nuestro odio es demasiado profundo, nos coloca por debajo de aquellos a quienes odiamos.
El artista debe estar siempre con aquellos que padecen la historia, no con los que la hacen.