El cuerpo humano no es más que apariencia, y esconde nuestra realidad.
El cuerpo no es más que un medio de volverse temporalmente visible. Todo nacimiento es una aparición.
El cuerpo si se le trata bien puede durar toda la vida.
El deporte delega en el cuerpo alguna de las virtudes más fuertes del alma: la energía, la audacia, la paciencia.
El erotismo es cuando la imaginación hace el amor con el cuerpo.
El erotismo, es dar al cuerpo los prestigios de la mente.
El miedo es para el espíritu tan saludable como el baño para el cuerpo.
El placer no es sino la felicidad de una parte del cuerpo.
El rosario en el cuello, y el diablo en el cuerpo.
El silencio eres tú: cuerpo de piedra.
El vino abre las puertas con asombro y en el refugio de los meses vuelca su cuerpo de empapadas alas rojas.
Encinta de sol, colmada de tu barro limpio y firme vas trasmutando mi cuerpo en viva flor que destila rocío tras tu ruta.
Es increíble la fuerza que el alma puede infundir al cuerpo.
Existen en nosotros varias memorias. El cuerpo y el espíritu tienen cada uno la suya.
Expuesto a la intemperie y resignado, ¡cómo corta mi cuerpo el frío!.
Florece tu cuerpo, y yo me muero. El alba.
Fuera entre todas las cosas por abrazarte temblando, enredadera florida de tu cuerpo de alabastro.
Hay tres clases de déspota: el que tiraniza el cuerpo, el que tiraniza el espíritu y el que tiraniza el cuerpo y el espíritu a la vez. Al primero se le llama Príncipe; al segundo, Papa y al tercero, Pueblo.
Hay un arte de anochecer. De la entrada del cuerpo al alma, de la niebla a la redondez y del círculo al cielo.
Hay una gran iglesia para amar, y sólo existo para adorar entre columnas de besos un cuerpo que no es humo.
He buscado en tu cuerpo la canción. Alguien lleva un tesoro entre las manos.
Hoy mismo deja de criticar tu cuerpo. Acéptalo tal cual es sin preocuparte de la mirada ajena. No te aman porque eres bella. Eres bella porque te aman.
Hoy sólo sé que mi cuerpo es un racimo de placer cuando el arco de la vida tocando su canción sobre mi médula me entrega el distico sin par de tus brazos, mujer.
La belleza exterior no es más que el encanto de un instante. La apariencia del cuerpo no siempre es el reflejo del alma.
La civilización es una estupidez. ¿Para qué se nos ha dado un cuerpo, si hemos de mantenerlo encerrado en un estuche como si fuera algún valioso Stradivarius?.