Las personas inteligentes tienen un derecho sobre las ignorantes: el derecho a instruirlas.
Lo que hay de cierto en Sigmund Freud no es nuevo, y lo que hay de nuevo en Freud no es cierto.
Los hombres de genio son fuerzas químicas etéreas que operan sobre la masa del intelecto neutra.
Los hombres suelen, si reciben un mal, escribirlo sobre el mármol; si un bien, en el polvo.
Los sabios tienen las mismas ventajas sobre los ignorantes que los vivos sobre los muertos.