La virtud no habita en la soledad: debe tener vecinos.
La voz de uno nunca debe estrangular los pensamientos propios ni ahuyentar los ajenos.
Las canas son un privilegio que debe ganarse, no un capricho de la moda.
Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser, será, y sucederá naturalmente.
Lo he dicho en otras oportunidades y lo reafirmo: la búsqueda de una vida más humana debe comenzar por la educación.
Lo que se deja expresar, debe ser dicho de forma clara; sobre lo que no se puede hablar, es mejor callar.
Lo que se dice en la mesa debe ser envuelto en el mantel.
Los defectos, como las pajas, sobrenadan en la superficie; el que quiere encontrar perlas, debe sumergirse.
Los hombre inteligentes quieren aprender. Los demás, enseñar.
Más de uno le debe su éxito a su primera esposa, y su segunda esposa a su éxito.
Matar es una estupidez. Nunca debe hacerse nada de lo que no se pueda hablar en la sobremesa.
Me maravillo a menudo de que la historia resulte tan pesada, porque gran parte de ella debe ser pura invención.
Menos se debe al que menos se conoce.
Mi alma debe estar detrás de ti; Estoy matando mi carne sin ella.
Mi ideal político es el democrático. Cada uno debe ser respetado como persona y nadie debe ser divinizado.
Muchos estudiantes toman al estudio como un líquido que hay que tragar, y no como un sólido que debe masticarse. Luego se preguntan por qué proporciona tan poco nutrimento real.
Nada de lo que ocurra a los hombres nos debe resultar ajeno.
Nada debe turbar la ecuanimidad del ánimo; hasta nuestra pasión, hasta nuestros arrebatos deben ser medidos y ponderados.
Nadie debe avergonzarse de preguntar lo que no sabe.
Nadie debe comer sin habérselo ganado.
Ningún tonto se queja de serlo; no les debe ir tan mal.
Ninguno debe obedecer a los que no tienen derecho a mandar.
No ande por ahí diciendo que el mundo le debe su sustento. El mundo no le debe nada. Estaba aquí antes.
No basta con hablar de paz. Uno debe creer en ella y trabajar para conseguirla.
No basta con pensar en la muerte, sino que se debe tenerla siempre delante. Entonces la vida se hace más solemne, más importante, más fecunda y alegre.