Olvida uno su falta después de haberla confesado a otro, pero normalmente el otro no la olvida.
Afortunosamente, no respetamos la geometría. Somos iguales, pero no somos semejantes.
Alegra ver caer las gotas de lluvia. Pero ellas se destrozan contra el suelo.
Algunos dicen que el trabajo duro no ha matado a nadie, pero yo me digo ¿Por qué arriesgarse?