El dinero sólo puede comprar cosas materiales, como alimentos, ropas y vivienda. Pero se necesita algo más. Hay males que no se pueden curar con dinero, sino sólo con amor.
El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional.
El entendimiento agudo y sin grandeza, lo pincha todo, pero nada mueve.
El envidioso puede morir, pero la envidia nunca.
El escenario de mi cuento es esta tierra, en la que actualmente vivimos. Pero el período histórico es imaginario.
El espíritu busca, pero el corazón es el que encuentra.
El espíritu humano avanza de continuo, pero siempre en espiral.
El espíritu le da significado a su vida, y la posibilidad de su mas grande desarrollo. Pero la vida es esencia para el espíritu, ya que su verdad no es nada si no puede vivir.
El esqueleto de la ciencia son los hechos, pero los músculos y los nervios son el significado que se les confiere, y el alma de la ciencia son las ideas.
El éxito tiene muchos padres, pero el fracaso es huérfano.
El éxito, a veces, alienta a los inteligentes. Generalmente atonta más a los que ya son tontos, pero en ambos casos, es efímero.
El fanfarrón mata a un león ausente, pero se asusta de un ratón presente.
El gato podría ser el mejor amigo del hombre, pero nunca se dignaría admitirlo.
El genio comienza las grandes obras, pero sólo el trabajo las acaba.
El genio puede concebir, pero la labor paciente debe consumar.
El hábito es al principio ligero como una tela de araña, pero bien pronto se convierte en un sólido cable.
El hambre espía en la casa de los pobres, pero si la habitan personas trabajadoras, no se atreve a entrar.
El hambre viene sola, pero no se va sola.
El hombre común se molesta si le dicen que su padre era deshonesto, pero se vanagloria si su descubre que su bisabuelo fue pirata.
El hombre económico es el más rico de los hombres, pero el avaro es el más pobre.
El hombre es en verdad un animal gregario: puede que le guste pasear a solas, pero odia quedarse solo en sus opiniones.
El hombre es un animal racional, pero no un animal razonable.
El hombre esta hecho para el error. Este entra en su espíritu con toda naturalidad, pero para descubrir una verdad requiere un gran esfuerzo.
El hombre malo puede decantarse a veces hacia el lado de la razón; pero le resulta casi imposible no hacer cuanto conviene para inclinarse a la maldad.
El hombre no está hecho para la derrota. Un hombre puede ser destruido,pero no derrotado.