El amor tiene un poderoso hermano, el odio. Procura no ofender al primero, porque el otro puede matarte.
El amor, al igual que la tos, no puede ocultarse.
El ánimo que piensa en lo que puede temer, empieza a temer en lo que puede pensar.
El arquitecto debe ser un profeta... un profeta en el verdadero sentido del término... si no puede ver por lo menos diez años hacia adelante no lo llamen arquitecto.
El arte de ser sabio consiste en saber a que se le puede hacer la vista gorda.
El artista vive una relación peculiar con la belleza. En un sentido muy real puede decirse que la belleza es la vocación a la que el Creador le llama con el don del talento artístico.
El auténtico yo es la mejor parte del ser humano. Es la parte de ti que ya se preocupa, que ya esta apasionada sobre la evolución. Cuando tu auténtico yo milagroso se despierta y se vuelve más fuerte que tu ego, intentarás marcar una diferencia en el mundo. Literalmente entrarás en una alianza con el principio creativo.
El bosque sería muy triste si sólo cantaran los pájaros que mejor lo hacen.
El buen ciudadano es aquel que no puede tolerar en su patria un poder que pretende hacerse superior a las leyes.
El buen sentido es el que mejor está repartido entre todo el mundo.
El camino es el que nos enseña la mejor forma de llegar y nos enriquece mientras lo estamos cruzando.
El carácter de una persona lo determinan los problemas que no puede eludir y el remordimiento que le provocan los que ha eludido.
El carácter es como el acróstico o la estrofa alejandrina: puede leerse desde el principio, desde el final o en cruz: siempre dice lo mismo.
El celoso ama más, pero el que no lo es ama mejor.
El cero. Puede ser una suma de infinitos diferentes.
El coraje no se puede simular: es una virtud que escapa a la hipocresía.
El corazón de la madre es el único capital del sentimiento que nunca quiebra, y con el cual se puede contar siempre y en todo tiempo con toda seguridad.
El cuerpo si se le trata bien puede durar toda la vida.
El demonio no puede resistir a la gente alegre.
El derecho del obrero no puede ser nunca el odio al capital; es la armonía, la conciliación, el acercamiento común de uno y del otro.
El desorden es el mejor servidor del orden establecido... Toda destrucción confusa debilita a los débiles, enriquece a los ricos, aumenta el poder de los poderosos.
El destino puede seguir dos caminos para causar nuestra ruina: rehusarnos el cumplimiento de nuestros deseos y cumplirlos plenamente.
El diablo es optimista si cree que puede hacer peores a los hombres.
El dinero es mejor que la pobreza, aun cuando sólo sea por razones financieras.
El dinero no puede hacer que seamos felices, pero es lo único que nos compensa de no serlo.