Loco. Grabo tu adjetivo y tu risa, tus piernas en la lluvia y la comisura de tus labios tristes.
No hay propiamente edad de la vejez; se es viejo cuando se comienza a actuar como viejo.
Quítame la vida... Pero no tus besos, róbame la lluvia, pero no me niegues agua de tu cuerpo.
Te me has aparecido en sueños, tu voz era una lluvia refrescante, tu boca una fruta madura.
Y si por algo es triste la lluvia que no llueve será porque es la lluvia condenada a ser nieve