Ver es creer, pero sentir es estar seguro.
Ver para creer.
Yo no puedo ser religioso ni creer en dios. Prefiero la filosofía, la lógica, la razón, pues no puedo poseer al mismo tiempo lo evidente y lo incomprensible.
¿A quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos?
¿por qué tengo que creer que un subsecretario es más real que un sueño?.