La violencia no es sino una expresión del miedo.
La violencia se da siempre por una contra-violencia, es decir por una réplica a la violencia del otro.
La violencia, la fuerza bruta, ha zanjado más asuntos en la historia de lo que lo ha hecho cualquier otro factor, y la opinión contraria es pensamiento voluntarista del peor.
Las discusiones cierran las puertas de los sentidos, y siempre enmascaran la violencia.
Las frases no son para analizarlas, si no para aplicarlas en la vida.
Lo que se obtiene con violencia, solamente se puede mantener con violencia.
Los bárbaros que todo lo confían a la fuerza y a la violencia, nada construyen, porque sus simientes son de odio.
Ninguna cosa impuesta por la violencia será duradera. La violencia lleva implícita en sí misma la debilidad.
No hay escapatoria. . . Pagamos por la violencia de nuestros antepasados.
Puedo estar sola fregar platos leer libros construir frases escuchar y ser feliz sin mala conciencia.
Queremos la paz, pero la paz no puede ser nunca mera ausencia de violencia, sino que debe ser presencia y vigencia de la Constitución, sin coacciones, extorsiones ni amenazas.
Si somos arrastrados a Cristo, creemos sin querer; se usa entonces la violencia, no la libertad.
Toda reforma impuesta por la violencia no corregirá nada el mal: el buen juicio no necesita de la violencia.