El amor que no es todo dolor, no es todo amor.
El aprendizaje es un regalo. Incluso cuando el dolor es tu maestro.
El arte de la vida es el arte de evitar el dolor.
El bote se aleja y forma un camino blanco. Mi dolor y su huella.
El dar es honor; el pedir, dolor.
El dolor embellece al cangrejo.
El dolor es el alimento esencial del amor; cualquier amor que no se haya nutrido de un poco de dolor puro, muere.
El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional.
El dolor es la dignidad de la desgracia.
El dolor es la sal de la gloria.
El dolor es más fuerte entre los más fuertes. Como el cáncer.
El dolor es para el alma un alimento fecundo.
El dolor es para la humanidad un tirano más terrible que la misma muerte.
El dolor es una cosa bestial y feroz, trivial y gratuita, natural como el aire.
El dolor es una mal que un remedio precipitado irrita.
El dolor es, él mismo, una medicina.
El dolor está en nuestra vida cotidiana, en el sufrimiento escondido, en la renuncia que hacemos y culpamos al amor por la derrota de nuestros sueños.
El dolor físico lastima. El espiritual, desgarra.
El dolor no nos sigue: camina adelante.
El dolor que no se desahoga con lágrimas puede hacer que sean otros órganos los que lloren.
El dolor quema mucha superficialidad.
El dolor siempre cumple lo que promete.
El dolor silencioso es el más funesto.
El dolor tiene un gran poder educativo; nos hace mejores, más misericordiosos, nos vuelve hacia nosotros mismos y nos persuade de que esta vida no es un juego, sino un deber.
El dolor, cuando no se convierte en verdugo, es un gran maestro.