El viejo tiene la muerte ante sus ojos, el joven a su espalda.
En este mundo efímero. También los espantapájaros tienen ojos y nariz.
En los ojos del joven arde la llama. En los del viejo, brilla la luz.
En medio del clamor de los aplausos, el hombre inteligente cerrará los ojos, y con la mente pedirá a los que le aclaman: ¡Perdón por haber vencido!.
En mis labios los recuerdos. En tus ojos la esperanza. No estoy tan solo sin ti. Tu soledad me acompaña.
En todas las lenguas del mundo hay un mísmo dicho: ojos que no ven, corazón que no siente. Pues yo afirmo que no hay nada más falso que eso; cuánto más lejos, más cerca del corazón están los sentimientos que intentamos sofocar y olvidar.
En vano se echa la red ante los ojos de los que tienen alas.
Entras. Te sientas. Cruzas las piernas. Y los ojos se me caen como moneditas falsas, tintineando.
Era una pasión por la mirada, y en su mirada estaban los ojos antes del tiempo; dice su padre que el tiempo es melancolía, y cuando se para lo llamamos eternidad.
Eran verdes como un mar, con reflejos de alto cielo. ¡Qué bien sabían mirar! unos ojos que recuerdo.
Es imposible ocultar el amor en los ojos de que ama.
Es perderme en tus ojos y encontrar un hogar, es tenerte a mi lado cada mañana al despertar, ver caer la lluvia arropada en tus brazos con la esperanza de ser amado.
Es una especie de obediencia muy agradable a los ojos de Dios no desear dispensas sin mucha necesidad.
Existen cosas inolvidables: esos ojos tuyos, aquella guerra triste, el tiempo en que vendrán los pájaros, los niños.
Gozos, pesares, gozos... Esto es amor. Quien no lo crea, mírese en unos ojos, que se vea en unos ojos de mujer.
Hay un libro abierto siempre para todos los ojos: la naturaleza.
Inquieto en tus ojos vive el deseo, no hay ningún apuro, con calma te espero.
Joplin canta por la radio, seguro que con los ojos cerrados para ver mejor.
La belleza complace los ojos; la dulzura encadena el alma.
La ciencia es respecto del alma lo que es la luz respecto de los ojos, y si las raíces son amargas, los frutos son muy dulces.
La clase media tiene blancos los ojos y sólo mira desde el ojo de la llave, sus trapos limpios, lavados en casa, y sus zapatos brillantes son sus melancólicas señales.
La desgracia es capaz de abrir los ojos hasta a los ciegos. Es una maestra que sabe mucho, y una amiga que no engaña, como la felicidad.
La desobediencia, a los ojos de cualquiera que haya leído la historia, es la virtud original del hombre. El progreso ha llegado por la desobediencia, por la desobediencia y la rebelión.
La fe engaña a los hombres, pero da brillo a la mirada.
La lluvia en invierno Muestra lo que los ojos ven Como si fuera cosa antigua.