Yo creo que el mejor medio de hacer bien a los pobres no es darles limosna, sino hacer que puedan vivir sin recibirla.
Yo creo que el único premio posible es el dinero. Es mucho más decorativo que una estatuilla, porque puedes comprarte un traje de Armani.
Yo creo que es mejor pensar que Dios no acepta sobornos.
Yo creo que habría que inventar un juego en el que nadie ganara.
Yo creo que la melancolía es el estado de locura del arte. De revelación e inspiración. Es hamlet con la calavera en la mano.
Yo creo que la verdad es perfecta para las matemáticas, la química, la filosofía, pero no para la vida. En la vida, la ilusión, la imaginación, el deseo, la esperanza cuentan más.
Yo creo que llevo unos veinte años odiando y amando la televisión. Las épocas de nuestra vida se pueden fijar en el recuerdo en función de la programación.
Yo creo que todavía no es demasiado tarde para construir una utopía que nos permita compartir la tierra.
Yo no creo en nada. Para mí la fe es algo tan odioso como lo es pecado para los creyentes. El que sabe, no puede creer. El que cree, no puede saber. Fe ciega es una tautología, pues la fe es siempre ciega.
Yo no se de pájaros, no conozco la historia del fuego. Pero creo que mi soledad debería tener alas.
¡Oh tú, que me entregaste la armonía!, desesperando creo en tu promesa. Amor, contémplame, en tus brazos, presa.
¿Qué sentido tiene correr cuando estamos en la carretera equivocada?