Cada obra de amor, llevada a cabo con todo el corazón, siempre logrará acercar a la gente a Dios.
Cada pensamiento positivo que tenemos está forjando el camino hacia el futuro que deseamos.
Cada persona forja su propia grandeza. Los enanos permanecerán enanos aunque se suban a los Alpes.
Cada trecho recorrido enriquece al peregrino y lo acerca un poco más a hacer realidad sus sueños.