Admiro a la gente que admira, porque está despierta.
Admiro la belleza del mundo… la alegría profunda de las cosas, y el profundo dolor…
Admiro mucho a la mujer. Me encanta su belleza, su delicadeza, su vivacidad, y su silencio.
Lo que más admiro en los demás es la ironía, la capacidad de verse de lejos y no tomarse en serio. Después, el valor y la humildad, siempre que no sea ostentosa.
Lo que más admiro en los demás es la ironía, la capacidad de verse desde lejos y no tomarse en serio.
Me aburro si hago siempre lo mismo. Admiro a Hitchcock; pero no podría trabajar como él, porque siempre hacía la misma película.
Yo admiro al hombre que puede sonreír ante los problemas, que puede sacar fuerza de la desgracia, y que en la reflexión crece en valentía. Es característico de las mentes pequeñas encogerse, pero aquél que es firme en su corazón, y cuya conciencia aprueba su conducta, persevera en sus principios hasta la muerte.