Aunque sólo existiera una verdad única, no se podrían pintar cien cuadros sobre el mismo tema.
Cada uno de nosotros está solo y, cuanto antes un hombre lo comprenda, mejor para él.
Cien veces al día burlamos nuestros propios defectos censurándolos en los demás.
Como fuerza social, un individuo con una idea vale por noventa y nueve con un solo interés.