Es mejor debatir una cuestión sin resolverla, que resolver una cuestión sin debatirla.
Es mejor enjuagar una lágrima de un pobrecillo que obtener cien sonrisas de un ministro.
Es mejor estar callado y parecer tonto, que hablar y despejar las dudas definitivamente.
Es mejor ser pesimista y hallar que estabas equivocado, que optimista y no hallar nada.