...Para mí, era el pan, era la nieve; ya la nieve no es blanca, el pan no sabe a nada.
Aunque seas tan casto como el hielo y tan puro como la nieve no escaparás de la calumnia.
Di y haz algo positivo que mejore la situación; no se necesita un cerebro para quejarse.
El consejo rara vez es bien recibido, porque el que más lo necesita es el que menos lo desea.
El corazón del hombre necesita creer algo, y cree mentiras cuando no encuentra verdades que creer.