Antes de darle a un político las llaves a la ciudad, puede que sea mejor cambiar las cerraduras.
Antes de postrarte en oración, lanza de ti cuando puede embarazar el vuelo de tu espíritu.
Aun pido enseñanza; pero ya no al hombre, sino a quien no recibe enseñanza del hombre.
Bien puede haber puñalada sin lisonja, mas pocas veces hay lisonja sin puñalada.